Rehabilitación del Suelo Pélvico

La kinesiología pelviperineal es una disciplina terapéutica que permite evaluar y tratar disfunciones del suelo pélvico y de la esfera sexual que acompañan a la mujer en el postparto y la menopausia. Pero no solamente en esos momentos, también pueden necesitar un tratamiento preventivo y rehabilitador las mujeres que no hayan dado a luz ni estén periodo perimenopáusico y que tenga debilidad del suelo pélvico por otras causas, como por ejemplo por realizar deportes de alto impacto o hiperpresivos.

Estas son algunas de las disfunciones del suelo pélvico en las que puede ayudar la kinesiología pelviperineal:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo, de urgencia o mixta.
  • Polaquiuria.
  • Incontinencia fecal o de gases.
  • Prolapso.
  • Dolor pélvico crónico.
  • Estreñimiento terminal.
  • En el pre y postparto.
  • Disfunciones sexuales (dispareunia, vaginismo).

Para saber si está indicado realizar un tratamiento de kinesiología pelviperineal, es necesario realizar una valoración del suelo pélvico que consistirá en mantener una entrevista con el paciente y llevar a cabo una exploración física.

Para rehabilitar el suelo pélvico contamos con:

  • Biofeedback: El paciente puede ver mediante unos electrodos en la zona perineal y a través de una pantalla, si realiza las contracciones del suelo pélvico de forma adecuada. Este sistema es muy ventajoso para el paciente ya que puede corregir los errores a la hora de hacer ejercicios y crear las pautas correctas de entrenamiento.
  • Electroestimulación: Consiste en la aplicación de una corriente eléctrica no dolorosa sobre una zona del cuerpo provocando la contracción del músculo tratado. Esto puede ser tanto con electrodos de superficie como endovaginales o endoanales, según la necesidad de cada paciente.
  • Ejercicios: El fortalecimiento del suelo pélvico es importante para las mujeres de cualquier edad y puede realizarse de manera preventiva antes de que los problemas se manifiesten o, posteriormente, como una forma de mejorar la calidad de vida. Varias investigaciones demuestran que los ejercicios corrigen hasta un 66% los problemas pélvicos sin que exista necesidad de tratamiento médico adicional. Para esto es necesario constancia y que se desarrolle un plan de acuerdo a cada problemática.
  • Mejorar hábitos: De tipo miccional, defecatoria, alimenticios, de actividad física, etc.

La terapia se realiza una vez por semana y la cantidad de sesiones dependerá de la evolución del paciente y su compromiso con el tratamiento.

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